A primera vista Christine es una chica como otra cualquiera. Sonríe, bosteza y se presenta a sus nuevos compañeros. Somnolienta, repasa en su cabeza la noche del sábado, en la discoteca. Luces, sonrisas, música, aquel chico, se entremezclan en un confuso torbellino de imágenes, sensaciones y sonidos. Junto a la barra, un chico bastante mono no dejaba de mirarla. Mientras caminaba hacia él, con intención de conocerle, observó como el chico hablaba por el móvil. Parecía preocupado. Justo antes de llegar hasta él, Christine vio como se marchaba, dejándola allí, perdida entre su propia frustración. Decepcionada, pidió una copa y volvió a donde estaban sus amigas.
Intenta concentrarse, es su primer día en esa escuela y no quiere dar mala impresión. No lo consigue. Cuando por fin logra sacarse de la cabeza a aquel chico, otro pensamiento la aborda. Los hechos ocurridos aquel fin de semana, según le habían contado sus nuevos compañeros, habían sido estremecedores. Al parecer, un chico de aquella misma clase había muerto en extrañas circunstancias. Entre las distintas hipótesis, se había hablado desde un accidente de tráfico, hasta un brutal asesinato. Sin perder el tiempo en aquellas absurdas deducciones, Christine decidió no pensar más en esos temas ya que era imposible saber lo que había ocurrido realmente.
;)
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